**If you don't read spanish, you just have to roll down and you will find an english version of this post + extra photos!**
.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*. E S P A Ñ O L .*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.
Algunos días atrás necesitaba ir a
Purmerend (a 1,5 km de casa) y decidí ir en bicicleta (como lo hacen las damas holandesas). Onno agarró la más chiquita que tiene, pero como estaba preparada para sus 2-metros-de-altura el asiento estaba muy muy alto, casi a la altura de mi codo. Empujó el asiento hacia abajo a la posición más baja y probé la bici. Al menos, ahora mis pies podían alcanzar los pedales. Necesitaba algo de esfuerzo pero definitivamente podía alcanzarlos y pedalear.
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"¿Estás segura de que podés andar con esa bici, Amor? No luce muy apropiada para vos..." -preguntó Onno.
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"¡Seguro!" -contestó Leti- "Voy a estar bien!".
Y saludando con mi mano derecha partí hacia Purmerend mientras Onno me seguía con su mirada como un padre que se queda mirando a su niñita-de-2-años cuando la deja por primera vez en el jardín de infantes.
Todo anduvo de maravillas hasta que llegué a Purmerend. Allí frené despacito y me incliné suavemente hacia la izquierda para alcanzar el piso con mi pie izquierdo. La bici era tan grande y el asiento estaba todavía tan alto que cuando traté eso, la parte inferior de mi cuerpo chocó con el caño superior de la bicicleta (el caño/tubo entre el manubrio y el asiento). Dado que mis pies no alcanzaron el piso a tiempo, mi cuerpo chocó con el caño de la bici.
Como no espero que mis lectores sean expertos en bicicletas, estoy adjuntando un diagrama wiki de una bici para que puedan visualizar a qué caño me refiero.
Como pueden imaginarse, mi pie izquierdo nunca alcanzó el piso de una manera adecuada: la bici, mi cuerpo y todos mis pies cayeron al suelo. Cerca de la estación de buses de Purmerend donde todos podían verlo; un episodio bastante embarazoso. Pero la vergüenza no era el único tema; el problema era el dolor en mi cuerpo que comenzó inmediatamente y los moretones que no tardaron en aparecer...
Lo que me recuerda una historia de India (de nuestro viaje por India durante Ene'10). Y quiero contarles hoy esa historia.
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* La historia de cómo un "safari en camellos" puede sonar mucho más romántico de lo que en realidad es *
Una de mis sueños sobre mi viaje con Onno en el
Desierto de Rajasthan (India oriental) era ir en un safari en camellos por el
Desierto de Thar cerca de
Jaisalmer. ¡Ay!, sonaba taaaaaaan romántico: camellos, dormir bajo las estrellas, luna llena, fueguito sobre la arena, típica música India, aventura. ¡Ay! No podía esperar a estar ahí.
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"Qué me querés decir, Cielo? No te entiendo..." -dijo Leti.
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"Bueno" -contestó Onno- "Lo que te digo es que no me gusta andar en camello. Fui en un safari en camellos una vez en Egipto y no fue, digamos, ...una cómoda experiencia. Mi cuerpo se niega a hacerlo otra vez.".
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"No puede ser TAN malo, a mucha gente le gusta mucho. Quizás el camello que te tocó en Egipto no funcionaba bien. Yo realmente quiero ir al safari en camellos, Amor. ¡Hagámoslo SOLAMENTE por 2 días y 1 noche!" -insistió Leti (como siempre).
Estoy convencida de que me quiere bastante, porque accedió a montar en camello otra vez. Y así contratamos una excursión de 2 días y nos preparamos para la aventura.
Éramos 5 en el grupo, guiado por un guía-senior-de-caravanas-Indias y su hijo. Se suponía que nosotros iríamos en los camellos y los 2 guías caminarían en ojotas junto a ellos (casi descalzos).
A Onno se lo veía infeliz, incómodo y descontento con su camello desde el principio. Como su camello caminaba justo delante del mío (estábamos todos en una línea) no podía verme. Debo decir que el paseo en camello era mucho más incómodo de lo que yo esperaba. Pero ¿cómo le iba a decir a Onno que mi cuerpo empezaba a doler también, sólo después de media hora de viaje? ¡Me hubiera matado! ¡Todavía faltaban 2 días completos!
Luego de 40 minutos Onno no aguantó más a su camello y se bajó. Se puso su mochila en la espalda y empezó a caminar junto a la caravana, como los guías. -
"Prefiero caminar" -declaró.
Hicimos una parada para almorzar. Durante esa pausa yo sufría de sólo pensar que todavía faltaba 1,5 días sobre el camello (por supuesto que no le dije nada de esto a Onno y seguí sonriendo y luciendo feliz).
La segunda parte del viaje luego del almuerzo fue una tortura. Por suerte, cuando llegamos a destino (donde iríamos a pasar la noche) difrutamos de algunas vistas que compensaron parcialmente el sufrimiento.
Pero hagamos un rápido balance del safari hasta aquí: por el lado positivo podemos decir que el desierto era verdaderamente hermoso, el atardecer en las dunas de arena espectacular, dormir bajo las estrellas muy especial y la experiencia fue una oportunidad de despejar la mente y descansar. En un ángulo más crítico, hay algunos items también: el transporte era horrendo, el fueguito sobre la arena fue más una humareda, la comida estaba grasosa y sospechosamente antihigiénica, la típica música india no era precisamente melódica y -para completar el romántico escenario- Onno se enfermó y tembló toda la noche bajo las estrellas. Hmmm.... encantador.
La mañana siguiente Onno no era el único que quería caminar con con su camello. Pero simplemente íbamos demasiado rápido para caminar algunas partes del día. Cuando finalmente pudimos caminar por un tramito, arrastrando mis piernas con dolor me uní a él diciendo: -
"Por favor, mi Amor, recordame no venir a un safari en camellos nunca más, sí?":::
Odio reconocerlo, pero a veces Onno tiene razón cuando hace un comentario (y aclaro, sólo a veces). Así que la próxima vez que él piense que una cierta bicicleta es demasiado alta para mí, o un camello puede arruinar algunas áreas de mi cuerpo, o que cualquier otro tipo de transporte no calificado puede no ser conveniente para mí... bueno, pienso que yo debería escucharlo y simplemente caminar, no les parece?
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A couple of days ago I needed to go to
Purmerend (1,5 km from home) and I decided to go by bicycle (like Dutch ladies do). Onno grabbed the smallest one he has but since it was prepared for his 2-meter-hight the seat was very very high, almost the height of my elbow. He pulled the seat down to the lowest position and I tried the bike. At least, my feet could reach the pedals now. It needed some effort, but I could definitely reach them and pedal.
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"Are you sure you can cycle on that bike, Honey? It does not look too appropiate for you..." -asked Onno.
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"Sure!" -replied Leti- "I'll be fine!".
And waving my right hand I left for Purmerend while Onno followed me with his eyes like a father staring at his 2-year-old child when he leaves her for the first time in the kindergarten.
Everything went fine until I reached my destination in Purmerend. Then I braked softly and bended smoothly to the left to reach the floor with my left foot. The bike was so big and the seat was still so high that when I tried this, my lower body crashed with the top tube of the bike (the tube between the handlebar and the seat). Because my feet did not reach the floor on time, my body reached the bike tube.
As I don't expect you to be bike experts, I'm attaching a wiki diagram of a bike so you can visualize the tube I'm referring to.
As you can imagine, my left foot never reached the floor in a proper way: the bike, my body and all my feet fell down. Close to the bus station in Purmerend where everyone could see it; a pretty embarrassing episode. But the shame was not the only issue; the problem was the pain in my body that started immediately and the bruises didn't take long to appear ....
Which reminds me of a story from India (our trip in India during January '10). That story I'd like to tell you today.
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* The story about how going on a "camel safari" might sound much more romantic than it actually is *
One of my daydreams about travelling with Onno in
Rajasthan Desert (west part of India) was to go on a camel safari through the
Thar Desert close to
Jaisalmer. Oh!, it sounded soooooo romantic: camels, sleep under the stars, full moon, a fire on the sand, typical Indian music, adventure. Oh!, I couldn't wait to get there.
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"What do you mean, Hon? I don't understand..." -said Leti.
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"Well" -replied Onno- "I'm telling you that I don't like to ride camels. I went on a camel safari once in Egypt and it was a not a, let's say... comfortable experience. My body refuses to do it again.".
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"It can not be THAT bad, many people like it very much. Maybe the camel you got in Egypt was malfunctioning. I really want to go on a camel safari, babe. Let´s go for ONLY 2 days and one night!" -insisted Leti (as usual).
I'm convinced that he loves me quite a lot, because he agreed to ride a camel again. And so we hired a 2 day excursion and prepared ourselves for the adventure.
We were 5 in the group, guided by a senior-Indian-caravan-guide and his son. We were expected to go on the camels and the 2 guides walked on flip-flops next to them (almost bare feet).
Onno was looking unhappy, uncomfortable and unpleased with his camel from the very beginning.
Since his camel was walking right in front of mine (we were all on a line), he could not see me. And I must say that the camel ride was much more uncomfortable than I had expected. But how could I tell him that my body was starting to hurt too, right after half of hour of riding?! He would have killed me! We still had 2 entire days to go!
After 40 minutes Onno could not stand his camel anymore and he jumped down. He put his bag on his back and started to walk next to the caravan, like the guides. -
"I prefer to walk" -he declared.
We made a stop for lunch. During that break I suffered just by the thought that there were still 1,5 days to go on the camel (of course I didn't tell this to Onno, i kept smiling and looking happy).
The second part of the ride after the lunch was a torture. Luckily, when we arrived to our destination (where we were going to spend the night) we enjoyed a few nice views that partially compensate suffering.
So, let's do a quick balance of the safari so far: on the positive side we can say the desert was really beautiful, sundown in the sand dunes spectacular, sleeping under the stars very special and the experience quite an opportunity to empty the brain and relax. On the more critical side, there are some items as well: the transportation was horrendous, the fire on the sand was pretty smoky, the food was oily and suspiciously unhygienic, the typical indian music was not precisely melodic and -to complete the romantic scenario- Onno got sick and trembled the hole night under the stars. Hmm... lovely.
The next morning, Onno was not the only one that wanted to walk with his camel. But we were simply going to fast to walk some parts of the day. When we could walk a little while, dragging my legs with pain I joined him by saying: -
"Please, my Love, remind me not to come on a camel safari again, ok?":::
I hate to recognize it, but sometimes Onno is right when he makes an observation (and I mean, only sometimes). So the next time he thinks that a certain bike might be way too high for me, or a camel could ruin some of my body areas, or any other way of unqualified transportation might not be good for me... well, I think I should listen to him and just walk, don´t you think?